Cocinando el lenguaje


Al pan, pan y al vino, vino
Al pan pan y al vino vino significa que a cada cosa hay que llamarla por su nombre. La frase es como un resumen de “al pan hay que llamarle pan y al vino hay que llamarle vino”, no hay que ir con artificios ni cosas raras, ni dando vueltas, ni irse por los cerros de Úbeda. Sino que las cosas hay que decirlas tal y como son.

Brazo de gitano
El brazo de gitano es un pastel relleno, un bizcocho cubierto de una mermelada o crema y luego enrollado que puede estar decorado con azúcar glas o cubierto de chocolate, crema catalana quemada, merengue, nata, etcétera. Tiene su origen en un monje berciano que en el medievo recorrió el mundo y en un monasterio egipcio descubrió este postre y lo trajo a España; se le empezó a llamar «brazo egipciano» y la palabra degeneró en la actual.

Merienda de negros
Esto es una merienda de negros pertenece hoy a ese grupo de frases, que según los libros de estilo, no deben utilizarse por resultar ofensivas para un colectivo. Posiblemente en su origen las expresiones merienda de negros y boda de negros tenían un sentido más negativo: el negro como una persona carente de orden y anárquica, pronta a saltarse las reglas vigentes que rigen la sociedad. Estas expresiones tienen que ser fruto de la época colonial. No las encontramos en inglés, idioma en al que se traducen estas expresiones españolas por free-for-all y bedlam). En 1932, el escritor inglés Evelyn Waugh escribió Black Mischief, que fue traducida al español con el título más bien arbitrario de Merienda de negros. Transcurre alrededor de 1930 en Azania, un imaginario país africano, con la mezcla del pueblo primitivo y bárbaro con la vida colonial inglesa.

Que te den morcilla
Muchas veces habremos oído y empleado este dicho, con la idea de enviar a alguien a paseo. Sin embargo, no parece nada clara la relación entre la sabrosa longaniza y el deshacerse de una persona de malos modos. La explicación es que hasta finales del siglo XIX, para eliminar a los perros callejeros, se empleaba la "técnica" de darles morcillas envenenadas con estricnina. Esto está perfectamente documentado en Madrid, y parece que también se empleaba en otros lugares. A fines del siglo XIX es cuando aparecen los laceros y las perreras y se abandona este uso de nuestra longaniza favorita.

 
Cocido Madrileño
El cocido madrileño tiene su origen en la olla podrida. Este guiso al que ya se refería Cervantes en el Quijote («… aquel platonazo que está más adelante vahando me parece que es olla podrida, que por la diversidad de cosas que en tales ollas podridas hay, no podré dejar de topar con alguna que me sea de gusto y provecho…»), proviene de la época medieval, refiriéndose el término podrida o poderida a lo sustanciosa, contundente y alimenticia de sus poderosos ingredientes: la alubia roja y las carnes. 
El cocido madrileño se dice que es de tres vuelcos. Primero se sirve la sopa con fideos (para ello hay que cocerlos en el caldo durante 5 minutos). Después se presentan los garbanzos en una fuente con las verduras: el repollo rehogado, la zanahoria y el nabo en rodajas. El tercer vuelco está formado por las carnes troceadas, las chacinas, el tocino y el tuétano de los huesos de caña. 

Salsa Bechamel 
Aunque era bastante distinta de la actual bechamel, la primera receta conocida de esta deliciosa salsa caliente apareció descrita en el libro de cocina ‘Le Cuisinier François’, publicado en 1651, del cocinero de Luis XIV, François Pierre de la Varenne.
La invención de esta salsa se atribuye así incorrectamente al cocinero francés, aunque es considerablemente más antigua, y fue llevada a Francia por los cocineros de Catalina de Médici. Es por eso por lo que en la actualidad italianos y franceses discuten sobre su origen. Lo que está claro de esta maravillosa receta es que ha ido cambiando a lo largo de los últimos 100 años, y hoy en día poco tiene que ver con la receta originaria.
Comer por la gorra 
Esta expresión -que define un deporte que, aunque su práctica va disminuyendo, fue muy habitual en la antigüedad- y su correalto "gorrón", aplicado al que lo practica, parece ser que derivan de expresiones bastante antiguas como "meterse de gorra" o "entrarse de gorra". En el "Vocabulario de refranes" de Correas se explica como "cuando uno se mete con buenas modales y la gorra en la mano al convite de otros, o acciones dimilares, sin ser convidado". Su uso es tan corriente que el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define "de gorra" como "modo adverbial que significa a costa ajena".

Tortilla francesa 
El origen de la expresión "tortilla francesa" difiere del pensamiento generalizado, según el cual este plato proviene de Francia, pero no es así. Tiene su origen en España durante la Guerra de la Independencia. Con los bloqueos empezaron a escasear algunos alimentos, incluyendo las patatas, ingrediente necesario para elaborar una tortilla española. Es así como se empezaron a elaborar tortillas simples, sin patatas, que el pueblo denominó a modo jocoso "tortilla francesa".


Fueron felices y comieron perdices 
Buceando en el origen de esta expresión, algunos dicen que sólo está puesta así porque rima. Pero también parece que en una época (algunos dicen Guerra Civil Española), no todos podían comer perdices, dado que la perdiz era un manjar caro, solamente habilitado para príncipes y princesas.
La expresión alude a un final feliz, en un cuento de príncipes y princesas que viven una serie de aventuras que amenazan separarlos, pero al final el amor vence y la pareja termina unida, casándose, teniendo un palacio propio y muchos hijitos, también felices.
¿De dónde procede el término mermelada?  
Una versión dice que la palabra 'Mermelada' proviene del latín melimelum, o sea membrillo. En Roma, los membrillos se cubrían con miel para ser conservados.

Otra corriente pasa por la expresión francesa "Marie malade" (María enferma), puesto que la fruta cocida y endulzada era la dieta para los niños después de una indigestión. En francés mermelada se dice marmelade que , cuya correlación queda patente.
¡Al baño María!
La invención del término 'Al baño María' se atribuye a María (hermana de Moisés y Aarón), una de las principales figuras de la alquímia en el siglo III. Se dice que María estableció el método del baño en agua para imitar las condiciones de la naturaleza y calentar lentamente mezclas de varias sustancias. Inventó el llamado Kerostasis, un vaso cerrado en el cual unas finas hojas de cobre son expuestas a la acción de vapores. Por ella también suele llamarse Baño de María La Judia.

A través del baño María se pueden elaborar postres como flan, pudin o paté, es un método ideal para calentar elaboraciones delicadas, como fundir chocolate sin que se queme y es el proceso que se usa para hacer conservas.
Podemos cocer al baño María sobre el fuego o calor de nuestra cocina o en el horno y para obtener buenos resultados debemos tener en cuenta algunos puntos, como no llenar demasiado el recipiente de agua ya que cuando empiece a hervir podría salpicar. Siempre es mejor añadir agua caliente en el caso de que hiciera falta.


Vía libre: Buffet 
El concepto moderno de BUFFET se desarrolló en Francia en el Siglo XVIII extendiéndose pronto por la Europa de la época. El término original se refiere a la mesa auxiliar en la que se exponían las viandas en lujosos platos y fuentes y que se fue aplicando eventualmente a la forma del servicio. El buffet se hizo muy popular en el mundo anglosajón en la segunda mitad del siglo XIX pues se convirtió en la fórmula ideal para los servicios de Breakfast, Tea y Dining.
El BUFFET “todo cuanto pueda comer” o “all you can eat” fue descrito y creado por vez primera por Herb MaCDonald, director del Las Vegas Hotel que probó su idea en 1946 con un precio de $ 1,50 por persona con una presentación masiva y en la que se iba reponiendo durante un tiempo marcado para que los comensales disfrutasen de su capacidad de comer sin fin.