martes, 8 de febrero de 2011

Oído cocina

Las marcas blancas invaden el mercado español

Los jóvenes, la última generación de consumidores




En esta última década se ha producido un “boom” de las marcas blancas. El precio de los productos de primera necesidad se ha visto aumentado de manera drástica, estas marcas han aprovechado esa subida para apoderarse de la cuota de mercado, con cifras del 41,7%. Los jóvenes, son los últimos en subirse al carro del ahorro, muchos de ellos empiezan a independizarse pero la crisis les hace tener que buscar alternativas más baratas a la hora de hacer la compra.

Si nombramos a las siguientes marcas: Danone, Bimbo, Campofrío, El Gigante Verde, Nestle, El Pozo, Aquarel,  todos  somos conocedores de que hablamos de marcas que encontramos diariamente en nuestros supermercados, pero si en lugar de ello nombramos a estas otras marcas: Hacendado, Consum, Romero, Discount, Musa, Harfi, Don Diego, muchos de nosotros seguramente las desconozcamos. Se trata de los productos que están en auge en el mercado alimenticio, las llamadas marcas blancas, con un consumo de un 7% en toda la Unión Europea, y con especial hincapié en España donde su consumo ha aumentado casi un 10%.

El consumo de este tipo de alimentos se ha disparado en los dos últimos años. Personas de todas las edad recurren a estas marcas para llenar la cesta de la compra", señala Estela Rodríguez, dependienta de Supermercados Ahorramas. Esta añade," el ahorro entre un producto de marca conocida y otro de marca blanca oscila entre un uno y un dos por ciento".

Estos artículos son la alternativa de los productos de renombre, pero no es el único motivo por el cual estos productos han conseguido asentarse en nuestros centros de alimentación. La marca blanca también llamada marca del distribuidor o marca genérica, son productos que pertenecen a una determinada cadena de distribución que se encarga de vender estos alimentos de diversos fabricantes a los distintos puntos de venta, por eso, no es habitual encontrar la misma marca blanca en todos los supermercados. "La calidad de los productos no varía, las mismas marcas generalista son las que fabrican los productos blancos", comenta Eusebio Rubio, reponedor de Mercadona.  
                                                                                                                    
La marca blanca no es algo nuevo, pero debido a la crisis en nuestro país durante estos últimos años, la población española se ha visto obligada a tener que recurrir a estos productos más baratos para poder seguir alimentándose. Los jóvenes, que son los últimos en incorporarse al consumo de marcas blancas, han dejado atrás la vida familiar y empiezan a independizarse y se dan cuenta de que la economía de la que disponen no es suficiente para poder alimentarse todo el mes a base de comida precocinada.

Esta nueva generación de consumidores busca productos asequibles a sus bolsillos, ya que muchos de estos jóvenes apenas disponen de recursos económicos y empiezan a hacer sus primeros pinitos en la cocina sin saber manejarse dentro del mundo culinario. Los mismos disponen de poco tiempo para cocinar adecuadamente pero al mismo tiempo desean tener una dieta sana y equilibrada, por eso, a la hora de acudir a hacer la compra buscan alimentos que sean sencillos de preparar, sanos, rápidos y baratos.
 Para potenciar, si cabe, más estas marcas, los supermercados ponen a nuestra disposición ofertas en los productos para promocionar y facilitarnos el consumo, tales como: dos por uno, el segundo producto a una cuarta parte del valor inicial, etc. De esta manera favorece al consumidor, y nos hace la vida más sencilla.

Otros mercados
Las marcas blancas también son líderes en las ventas de alimentos por Internet, aunque sólo un 27% de los consumidores compra comida por la Red (menores de 35 años y familias sin hijos, que viven en grandes capitales). Se espera que las ventas online de alimentación crezcan mucho en el futuro, como pasa en Francia o Reino Unido.

La marca blanca gana por precio, pero también porque ha conseguido ofrecer productos de una calidad bastante aceptable. Y también porque ahorra tiempo al comprador, ya que no tiene que perderse en elegir. Ángel Santiago, estudiante de economía de 25 años, señalaba: "yo en mi casa siempre compro marcas blancas, la calidad es la misma en el fondo y sale siempre un poquito más barato". Muchas personas, ya han optado por seguir consumiendo marcas blancas por costumbre.

Pero del mismo modo que esto beneficia a unos, perjudica a otros. En el ámbito rural no están muy contentos con esta repartición de ganancias. Las grandes cadenas comerciales utilizan las marcas blancas para tirar por tierra los precios. En sectores como la leche, el arroz o el aceite de oliva, que son los alimentos que alcanzan las mayores cifras de mercado con una media de 64%, es donde los agricultores y ganaderos sacan menos beneficio, provocando de ese modo, la pérdida de empleo y la quiebra de numerosas explotaciones.
En definitiva, la marca blanca es lícita en cuento a potenciar el beneficio del distribuidor, siempre y cuando esto no lleve al consumidor a un engaño o error por ofrecerle un producto, utilizando envases o formatos similares a la marca original o inicial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario